Los nervios y la angustia se contenían, con la mirada puesta sólo y únicamente en el momento en el que la cápsula Fénix 2 asomara por fin en el desierto de Atacama.
Una vez fuera los mineros se abrazaban fuertemente a los familiares entre lágrimas y desconcierto. Mario Sepúlveda, el segundo minero en salir, ha la euforia de los presentes cantando y gritando de alegría. Reconocía después la dura situación que ha vivido, "me he enfrentado a muchas situaciones y ésta ha sido la más dura", ha dicho el minero,"Estuve con Dios y estuve con el diablo. Me pelearon y ganó Dios, me agarré de la mejor mano", ha agregado.
Aún así quiere seguir dedicándose a lo mismo, "No nos traten como artistas ni periodistas; quiero que me traten como minero. Quiero morir amarrado al yugo", ha dicho, en referencia a que quiere seguir trabajando en minas.
Mario Sepúlveda ha regalado a todos los presentes piedras que ha sacado de una bolsa que llevaba especialmente preparada para la ocasión.
Pero ahora es a ellos a los que les esperan una cantidad de agradecimientos y regalos entre ellos 10.000 dólares que un empresario ha entregado a cada una de las familias.
También tendrán la oportunidad de España y asistir a un partido en el Estadio Santiago Bernabeu invitados por el Real Madrid.