El objetivo de 2022 para el turismo es recuperar las cifras prepandemia. Pero estos días en Fitur se habla de un reto mayor: ofrecer una oferta de más calidad y que sea diferente. El turismo experiencial es una nueva forma de viajar. 

El turista busca algo más que la foto. Una visita a un campo de lavanda en Tiedra, por ejemplo, puede completarse con una sesión de relajación. El mindfulness al aire libre atrae a nuevos visitantes. "Lo que buscan es el disfrute, un poco más allá de una simple vista, centrarte en lo que sientes", destaca Luz Ruiz, directora de Tiedra de Lavanda, una explotación agrícola con centro de interpretación turística sobre este cultivo en la provincia de Valladolid.

El apiturismo también está ganando adeptos. Ofrece un viaje interior al mundo de las abejas. Clara Andrés y Beatriz Rodríguez son apicultoras. En 2019 se lanzaron con su proyecto de producción y comercialización de la Miel 'Oro del Duero' en Quintanilla de Onésimo, Valladolid. En plena Ribera del Duero ofrecen visitas activas a sus colmenares. "No queremos que sean meros espectadores, queremos que colaboren", destaca una de sus impulsoras.

El viajero no se conforma ya con un chapuzón en verano en el lago de Sanabria. En el corazón de una de las joyas del patrimonio natural de Castilla y León se ubica el complejo Villa Lucerna, donde, además de alojamiento y gastronomía, el viajero puede activar la adrenalina y subir a la copa de un árbol a contemplar las vistas o tirarse en tirolina en un parque multiaventura. Su propietario, Víctor Coco, destaca que "Villa Lucerna ofrece alternativas para desestacionalizar" y convertir el Lago de Sanabria en un destino para todo el año.