Hablar de problemas de salud mental sigue siendo un estigma en las zonas rurales y más en el caso de las mujeres. El reto para las instituciones y administraciones es alcanzar una atención más coordinada y en red que reduzca su aislamiento y las haga más visibles y escuchadas.
Los problemas de salud mental se recrudecen aún más cuando se es mujer y se vive en la zona rural. Hablar de ello es un tabú todavía. Rebeca López, responsable del área de Salud Mental del Hospital Benito Menni de Valladolid, explica que existe una percepción de "estigma" y "hay dificultad para acceder a los recursos más especializados".
El diagnóstico se recrudece aún más en mujeres mayores de 50, a quienes les cuesta dar el paso para pedir ayuda y asumen el rol de cuidadores de otros: "Siguen en un estado de invisibilidad", apunta López.
Con motivo del Día Mundial dedicado a la Salud Mental, el centro de Hermanas Hospitalarias Benito Menni, que empezó hace 143 años a trabajar en la atención de las mujeres con enfermedad mental, ha celebrado en Valladolid una jornada centradas en la mujer y el medio rural. Los diferentes participantes representantes de administraciones públicas y entidades sin ánimo de lucro han concluido que el reto que tienen por delante es dar continuidad a una atención integral desde un modelo de atención coordinada y en red que permita a las mujeres con problemas de salud mental del medio rural acceder a oportunidades formativas, laborales, sociales y terapéuticas.
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