Desde este miércoles, 9 de agosto, se podrá registrar a los bebés fallecidos antes del parto si contaban con seis meses o más de gestación y los fallecidos en los primeros días de vida. Hasta ahora el único registro que se podía hacer era en un parte de criaturas abortivas en el que no se les podía poner nombre.
Desde 2011, una ley reconoce el derecho a inscribir a los bebes fallecidos a partir de los 180 días de gestión, pero no ha sido hasta ahora, 12 años después, cuando se ha puesto en marcha el nuevo formulario, incluyendo su nombre y el de sus progenitores en el registro de los nacidos sin vida. Porque la muerte perinatal sigue siendo un tema tabú. Asociaciones como la red 'El hueco de mi vientre' reclaman ampliar este derecho también a los bebés fallecidos antes de los 6 meses y poder registrar en el libro de familia como en Francia.
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