Han sido dos años con mascarilla y en cuestión de horas se aprobará su destierro casi por completo. Pero queda tan claro que dejemos de verlas en el corto plazo. Los más de 2.000 trabajadores de una gran superficie comercial en Castilla y León, como es el Corte Inglés, tendrán que ponerse la mascarilla cuando el cliente la lleve puesta, cuando cojan arreglos, en las pruebas de maquillaje o en la atención de productos frescos, cafetería o pastelería. Pero muchas empresas todavía no han tomado una decisión a la espera de ver publicada la letra pequeña en el BOE.

María Fe Muñiz, Secretaria Salud Laboral UGT Castilla y León, reconoce que sí que ha habido dudas. "No es lo mismo un supermercado, que un 'call center', que un pequeño despacho".

Los servicios de prevención de riesgos laborales tienen la responsabilidad de decidir si se mantiene la mascarilla en los puestos de trabajo. Fernando Fraile, secretario de Acción Sindical de CCOO Castilla y León, recomienda seguir con la mascarilla "si no se garantiza una ventilación adecuada o no se puede respetar la distancia de metro y medio entre los trabajadores".

En centros sociosanitarios seguirá siendo obligatoria la mascarilla para sus empleados y también para las visitas y para sus usuarios en espacios comunes. "Nuestro personal de seguridad está preparado para cuando entre un paciente sin mascarilla advertirle e incluso tenemos mascarillas para aquellas personas que no traen", explica Jesús Baeza, director Médico de Ibermutua Valladolid. Los representantes de los trabajadores piden que se garanticen la seguridad y la salud laboral.