POLÍTICA

Otras subidas de aranceles como la de Trump que no terminaron bien

En las décadas de 1930 y 1970 Estados Unidos también aplicó estos gravámenes para proteger su economía. No funcionó

Rubén de Vicente

Hace más de medio siglo Richard Nixon recurrió a los aranceles para intentar equilibrar la balanza comercial de Estados Unidos. En 1971 los impuso y además terminó con la convertibilidad del dólar por oro, acabando con una de las bases de la economía mundial: "Se cargó el sistema monetario internacional patrón oro-dólar y además como tenía un déficit comercial muy grande porque tenía mucho gasto público, esto suena ahora, pues incrementó los aranceles un diez por ciento", explica José Antonio Salvador Insúa, decano de la Facultad de Comercio de la Universidad de Valladolid.

Se llamó 'el shock de Nixon', que terminó retirando los aranceles unos meses después, con la inflación y los tipos de interés subiendo: "No fue una buena idea, porque en realidad cuando subes los aranceles lo que estás reconociendo es tu incapacidad para competir", afirma Salvador.

No fue la primera vez. Tras el crack de 1929, tampoco funcionarios los aranceles aprobados por el Senado de Estados Unidos en 1930 con la ley Hawley-Smoot: "El comercio internacional se contrajo, la economía dejó de crecer y, si ya estábamos en depresión, la depresión fue mayor", sentencia. 

Los aranceles han sido un arma económica a la que Estados Unidos ha recurrido históricamente. Donald Trump también los empleó para el acero y el aluminio en su primer mandato, en el que paralizó las negociaciones de zona de libre comercio con la Unión Europea que habían comenzado con el gobierno de Obama.

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