Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte y según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud se cobran 18 millones de vidas cada año. Por cada fallecido por Covid, hay tres personas que mueren por un infarto en España.
Investigadores de la Universidad de Valladolid han desarrollado un modelo matemático para la interpretación automática de electrocardiogramas que podría ayudar a la detección precoz de enfermedades cardiovasculares.
El grupo de estadísticos, dirigidos por la profesora Cristina Rueda, como si fueran sastres del corazón, han sacado las medidas de los electrocardiogramas de cien pacientes. Han clasificado, identificado y cuantificado con números una serie de patologías como el infarto de miocardio o la hipertrofia.
La interpretación del electrocardiograma es muy compleja y variable como señala Yolanda La Riva, miembro de este proyecto. Su objetivo es lograr que cualquier máquina que recoja la señal de un electrocardiograma, como por ejemplo un smart watch, sea capaz de dar un diagnóstico automático y emitir una señal de alerta de riesgo de enfermedad cardiaca. Para ello, estos investigadores han diseñado una aplicación móvil que puede utilizar cualquier persona.
Esta herramienta no es un sustituto del cardiólogo pero si un aliado para el resto de profesionales. Itziar Fernández, investigadora de este equipo, destaca que podría "servir de ayuda al médico de familia y a otros profesionales sanitarios" para indicar al paciente si es necesario que acuda a un especialista. La coordinadora de la investigación, Cristina Rueda, apunta además que este modelo matemático "es una herramienta, no para reducir la presión del sistema sanitario, sino para reducir las muertes, que es todavía más importante y quizá así se reduzca la presión."