Ese suelo duro y gris de los patios se mantiene en los colegios de hace 40 años y en los de nueva construcción. Metros y metros de cemento sin a penas espacio para la naturaleza. Gélido en invierno y abrasador en verano. Desde la Fundación Patrimonio Natural han realizado análisis sobre la temperatura en esos espacios exteriores de los colegios y han comprobado como en muchos centros registran hasta 20 grados por encima de la temperatura del aire en la zona. 

Para la Unión Europea la renaturalización de los espacios urbanos es una cuestión importante. Por eso ha visto con buenos este proyecto de la Junta de Castilla y León, que ha logrado una financiación de cuatro millones de euros de los fondos de recuperación de la COVID. 

Menos cemento y más tierra, árboles, plantas y pequeños estanques ayudarán a reducir el calor, mejorar el entorno y recobrar la biodiversidad en la zona. Pero no solo se trata de adaptar los centros escolares al cambio climático, también abarca la formación y el acompañamiento del profesorado para que utilicen estos nuevos espacios como nuevos recursos educativos. 

En este proyecto, que tendrá que estar terminado a finales de 2023, participan la Fundación Patrimonio Natural, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente y la Consejería de Educación. El equipo que está detrás de la renaturalización de los patios escolares destaca que Castilla y León es la primera comunidad en desarrollar una iniciativa de esta envergadura.

La primera fase se ejecutará en 65 centros escolares, tanto colegios como institutos de las zonas urbanas y rurales de la comunidad. Se presentaron más de doscientas solicitudes. Por eso ya se trabaja en ampliar con una segunda fase para la que también se han solicitado fondos europeos.
 

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